Los Interim Manager tienen cada vez más relevancia en la empresa.

Asociada a los puestos directivos y a la capacidad para gestionar los recursos de manera eficaz, esta figura profesional se ha implantado como un elemento clave para una mayor flexibilización en costes, estructuras y plantillas dentro de la empresa.

A continuación, te explicamos más sobre estos directivos, con experiencia cualificada y externos a la organización, que se incorporan temporalmente a las empresas con un único objetivo: aportar soluciones reales y prácticas a problemas concretos.

¿Qué es un Interim Manager?

La expresión Interim Manager procede del mundo anglosajón.

El término, que podríamos traducir como “gestor interno”, se utiliza para definir a profesionales con una dilatada experiencia en la dirección y gestión de personas, negocios, áreas funcionales y proyectos que se incorporan de manera externa a una organización para ejecutar misiones concretas durante un periodo de tiempo o hasta la consecución de una serie de objetivos definidos.

La suya es, por lo tanto, una afiliación de carácter temporal, dentro de un plazo determinado y asociada a tareas de dirección o coordinación predefinidas.

Cuando y por qué contratar un Interim Manager

Debemos ser conscientes del mercado global en el que nos movemos y en el que, periódicamente, las organizaciones se enfrentan a nuevos retos alejados de su actividad cotidiana y en los que apenas tienen experiencia.

Estos retos pueden ser, entre otros, lanzar una nueva línea de producto, acometer una salida al mercado exterior, reemplazar la baja “inesperada” de un cargo directivo con importante peso en la jerarquía de la empresa, gestionar u organizar una sucesión familiar, llevar a cabo la “absorción” de otra corporación, negociar una gestión bancaria compleja, etc.

En estas situaciones es habitual que nos encontremos con un “bloqueo” interno dentro de la organización que nos impide cumplir los objetivos de nuestro plan de negocio o que deteriora la calidad de nuestros productos o servicios.

Precisamente, es en este tipo de situaciones de cambio, a veces críticas, cuando el Interim Manager juega un papel destacado. Pero su visión y su experiencia también es importante para llevar a cabo y coordinar otras muchas actividades indispensables para el desarrollo financiero de la organización.

Entre ellas la supervisión de las etapas de lanzamiento y asentamiento en el mercado de empresas o StarUp, la coordinación de periodos de transición para implementar políticas de ampliación o reducción de personal, o la transformación digital de la empresa. 

Los 6 rasgos que definen al Interim Manager

Ahora que sabemos los motivos por los que contratar un Interim Manager y en qué situaciones hacerlo, es importante que detallemos cuál es el perfil de estos profesionales y cuáles son las aptitudes que les permitirán liderar y dirigir a tu equipo hasta conseguir el objetivo u objetivos que te hayas propuesto.

Estas son las siete características del Interim Manager:

  • Orientación a resultados y Rol Project Management. Tener claro que su misión es aportar valor máximo a la organización a través de su conocimiento técnico y especializado en materia, liderazgo y funcionalidad de la forma más eficaz posible para aportar valor llegando a la consecución de objetivos en el plazo negociado.
  • Madurez, experiencia e integridad. El Interim Manager conoce perfectamente su rol dentro de la organización. Además, puesto que es consciente de lo que aporta a la empresa y de su “colaboración” temporal con la misma, afrontará las decisiones con mayor integridad y honestidad, apostando por las que realmente sean positivas para conseguir sus objetivos.
  • Otro de los rasgos es su flexibilidad. Hablamos de profesionales con una capacidad innata para adaptarse a las diferentes rutinas y dinámicas de las organizaciones.
  • En su papel como gestores internos, pero de contratación externa, los Interim Manager son profesionales totalmente independientes y autónomos que establecen sus prioridades en función de las necesidades y expectativas de sus clientes.
  • Si algo define a los Interim Manager es su objetividad sobre lo que deben y lo que no deben hacer para conseguir los resultados previstos.
  • Resiliencia y capacidad de reacción. Por norma general, entre las cualidades de estos profesionales también está la resiliencia: están acostumbrados a la tensión, a trabajar bajo presión y a sobreponerse a la adversidad ofreciendo respuestas rápidas y eficaces.
  • Capacidad de liderazgo. Evidentemente, su posición dentro de la organización no siempre es cómoda. Puesto que su tiempo en la empresa es limitado, debe acometer su trabajo dejando de lado las relaciones personales y enfrentándose, en muchas ocasiones, al escepticismo. Aun así, estos profesionales cultivan y manifiestan la capacidad de estimular y motivar a su equipo, de ahí que puedan considerarse líderes natos.

La externalización es cada vez más habitual, independientemente del tipo de empresa y de los servicios que ofrezca.

Los puestos directivos no son una excepción y el aumento de los Interim Manager es una prueba de ello.

Por supuesto, y a pesar de su independencia, es importante que estos profesionales se identifiquen pronto con la filosofía y la dinámica de la organización.

Para ello, nada mejor que contar con el asesoramiento de profesionales que te ayuden a encontrar el perfil de Interim Manager perfecto para cubrir tus necesidades y requerimientos.